Hay un ritual de consagración que se hace para cargar con la energía vital propia, herramientas, talismanes, un nuevo set de runas, colgantes, armas, etc.
Los pasos son como los de cualquier otro ritual. Se comienza por consagrar el lugar y se invoca a los Dioses afines con el objeto a consagrar. Hay que referirse al objetivo que va a cumplir el elemento o herramienta mágica y es muy recomendado darle un nombre simple, que evoque su función. Nombrarlo y nombrar las funciones es marcarle un destino; que puede ser junto a nosotros o a un ser querido. "Portador de salud", "espina del sueño", "vara de riqueza" son algunos buenos ejemplos para "asegurar la salud de aquel que acompañas", "guardián del sueño de X", etc. Es útil pensar el nuevo talismán como un ser animado, porque estará animado por la energía y voluntad de quien lo creó y lo consagra.
El paso siguiente es dejar nueve noches el elemento que se está consagrando, sin usar, enterrado o envuelto y guardado en un cajón, cofre, caja.
Una vez que pasaron las nueve noches, se desentierra/desenvuelve al objeto consagrado y se lo "saluda", con un nombre o recordatorio de su uso. Se pueden recitar las palabras de Brynhildr al despertar del sueño mágico, como aparecen en el Edda Mayor -Sigrdrífumál, estrofas 3 y 4-. Luego pasar por agua/hidromiel /cerveza /sangre. Se duerme con él o se lleva encima otros 9 días, para que cargue la fuerza vital de quien va a ser su dueñ@.Y así queda incorporado a nuestra vida, con la bendición de los Dioses y Diosas.
